Las operaciones a cielo abierto, o rajos, tienen una característica fundamental y es que las murallas de la excavación deben mantener cierto ángulo que asegure la estabilidad de estas murallas, a fin de mantener una operación segura. La siguiente imagen, real, ilustra el peligro al que estamos expuestos si se pierde esa estabilidad.
El ángulo de talud depende de cada operación minera y puede ser distinto según la zona dentro de una operación. Cuando la roca es más competente, el ángulo puede ser más empinado ya que es capaz de mantenerse estable en esas condiciones. En cambio, cuando la roca es menos competente (piensa por ejemplo el caso extremo de arena), el ángulo debe ser mucho más suave para asegurar que no existan deslizamientos.
Precedencias
Si bien el ángulo de talud es un concepto geométrico, cuando trabajamos con los bloques de un modelo el ángulo puede representarse con precedencias que indican qué bloques deben ser extraídos con anterioridad a fin de asegurar el ángulo.
En nuestro ejemplo simple, podemos considerar que los ángulos son de 45 grados, con lo cual, en los bloques, las precedencias lucen de la forma siguiente